¿Cómo era la cocina espacial de Whirlpool que llegó a la Luna hace 50 años?

Whirlpool se encargó del diseño y la construcción de la cocina del Apolo 11, así como el diseño de la comida de los astronautas

Barcelona, 18  de julio de 2019 – El 20 de julio se celebra el 50º aniversario de la llegada del hombre a la Luna a bordo de la misión Apolo 11. Whirlpool, fabricante multinacional líder en la fabricación de electrodomésticos, diseñó y construyó la cocina de la nave, además de encargarse del diseño de los alimentos y su distribución.

En 1960, Whirlpool Corporation firmó un contrato con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para diseñar y construir la primera Cocina Espacial experimental del mundo. La unidad integrada debía caber en un espacio cilíndrico de unos 3 metros de largo por 2,2 metros diámetro, ser extremadamente ligera (toda la cocina pesaba 360 kg aproximadamente) y proveer de comida y bebida a tres astronautas durante una misión de 14 días. En cuanto a electrodomésticos, debía incluir un refrigerador termoeléctrico en miniatura, un congelador, un horno con tres cavidades, un sistema de agua autocalentable, espacio de almacenaje, un dispensador para residuos secos y otro para húmedos. La cocina podía almacenar 126 comidas completas, además de aperitivos.

Era la primera vez que ingenieros de electrodomésticos tenían que lidiar con problemas de gravedad cero o presión. Las innovadoras soluciones planteadas, junto a la NASA, convirtieron a Whirlpool en una empresa pionera en el desarrollo de comida, gestión de residuos y sistemas de higiene personal para viajes espaciales. Por ejemplo, Whirlpool diseñó tubos que permitían a los astronautas americanos inyectar la comida directamente en su boca, puesto que los restos de comida estaban prohibidos, ya que podían dañar la tecnología de la nave. También desarrollaron dos tipos de comida, usados en la misión Apolo: comida rehidratable, que recupera sus propiedades originales al añadir agua, y alimentos sólidos en forma de cubitos, que se comían directamente desde el envoltorio.

Whirlpool siguió trabajando con el gobierno norteamericano desarrollando comida y equipamiento para viajes espaciales hasta 1973, completando más de 300 contratos. En el momento álgido del programa Cocina Espacial, Whirpool empleó 60 personas en el diseño, desarrollo, preparación y empaquetamiento de comida espacial u otras tareas relacionadas. Además de en la misión Apolo, sus soluciones fueron utilizadas en las misiones Gemini y Skylab de la NASA y la misión Mercurio de la Fuerza Armada de los Estados Unidos. Cuando Whirlpool cerró el programa Cocina Espacial, donó muestras de varios de los productos producidos por la compañía a Smithsonian Institution para ser expuestos el museo dedicado al espacio.